miércoles, 14 de enero de 2009

Cuadrante superior externo


Un departamento en Brooklyn y una bacteria resistente a la penicilina.

A fin de combatirla, fueron necesarias tres inyecciones.

(Ver: cápsulas)
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2 comentarios:

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  2. Este año aprendí a poner inyecciones y a fumar. Aprendí lo primero para matar la bacteria que nos magullaba la garganta con sendas dósis de bencetacil combinado. Aprendí lo segundo en una sola noche, sacando la cabeza por la ventana, viendo caer la nieve, grandísima estupidez que le permitió a la bacteria ir por la revancha. /R

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